lunes, 31 de mayo de 2010

Homer Simpson







¡Otra tarta de adultos!
Fiesta sorpresa con tarta sorpresa, para Xisco, fan de los Simpson.
Cuando me llamó mi tía Nati y me dijo que su amiga Rosa celebraba el cumple de su marido, y que si podía hacerle una tarta para dos días después pensé, "claro que sí, a ver qué se me ocurre". Y claro, lo primero que se me vino a la cabeza fue sentar a toda la familia Simpson en su sofá frente a la tele, pero, siendo realista, no tenía tiempo de modelarlos a todos, así que buscando en la red encontré esta idea, y me pareció muy acertada, no me digáis que no retrata a Homer de maravilla...




La rosquilla es una tarta de CHOCOLATE: bizcocho de chocolate, almíbar de cacao, trufa de choco negro y trufa de choco blanco con trocitos de chocolate negro... Lo confieso, cuando quité con la cuchara los pedacitos para que pareciera que estaba mordisqueada, Dani, mi hijo, y yo, la probamos...Buena combinación, tan rica que la repetí al día siguiente para otra tartita que ya os colgaré.




Os dejo la receta de la trufa como la hago yo: 500 ml. de nata líquida y 200g. de chocolate negro. Ponemos la nata al fuego (o en el microondas) , y cuando está a punto de empezar a hervir, la volcamos sobre el chocolate troceado, y removemos hasta que se funda y se mezcle bien. Cuando se enfría la metemos en la nevera hasta el día siguiente. La montamos como si fuera simplemente nata y listo. Está riquísima, probadla.



La Duff no podía faltar...

Espero que os guste.

lunes, 24 de mayo de 2010

Volando, volando...




Aina quiso sorprender a Javy, su chico, en su 30 cumpleaños con una fiesta sorpresa y una tarta también sorpresa. Tenía muy claro lo que quería, algo relacionado con la aviación, ya que es a lo que se dedica y, además, le encanta.






Como al homenajeado no le apasiona el chocolate, el bizcocho fue el de mascarpone, mojado con un almíbar de fresa (ponemos a cocer en un cazo un buen puñado de fresas, agua y azúcar, y cuando se ablandan las fresas, trituramos y colamos) y lo rellenamos con confitura también de fresa. Las alas las hice de galleta de mantequilla también recubiertas con fondant...¡Menos mal que hice de más, porque resultaron un pelín quebradizas...!






Cuando Aina vino a recoger la tarta fue, para mí, un momento muy especial. Resulta que ella no había visto nunca una tarta decorada con fondant, así que, cuando la vio, se emocionó, e hizo que yo también me emocionara. ¡No sabéis lo gratificante que es! Lleva mucho trabajo; detrás de cada tarta hay horas de planificación, documentación y, por supuesto, ejecución, pero de verdad que por momentos como ese merece la pena

Un beso, Aina, guapa.



lunes, 17 de mayo de 2010

Si no fuera por...





...el curso que hice con Megasilvita, probablemente nunca me hubiera atrevido con esto de las tartas decoradas con fondant.
El caso es que mi amiga Elisa y yo llevábamos un tiempo paseándonos por las cocinas virtuales, alertándonos la una a la otra:- oye, ¿has entrado en la página tal...? Hay que ver ¡vaya tartas!- sin animarnos a intentarlo porque, por desconocimiento, nos parecía muy, muy difícil.
Hasta que Eli se puso en contacto con Silvia (Megasilvita, si no la conocéis, os animo a pasar por su blog), que a esas alturas nos tenía deslumbradas con sus creaciones, y concretaron un curso en Palma. En ese momento comenzó mi historia de amor con la decoración de tartas.

Cuando Silvia me preguntó qué tarta me gustaría hacer pensé en algo para mi hijo, claro, y Mario fue el elegido.
El curso fue una maratón de trece horas, de las cuales disfruté todos y cada uno de los minutos: de la profe, generosa a la hora de compartir sus conocimientos, de las compañeras y del ambiente. Salió muy bien.


Así que esta tarta es, para mí, muy especial, no por ser la más bonita (sin la mano mágica de Silvia no hubiera quedado tan bien), ni la más rica (el bizcocho me quedó fatal, reseco y demasiado cocido, jejeje), sino por ser la PRIMERA.

viernes, 14 de mayo de 2010

¡Mmmmmm!


Hoy quiero presentaros, para las que no los conozcáis, a las Cupcakes, una pequeña tarta para una persona frecuentemente cocinada en un molde similar al empleado para hacer magdalenas o muffins (dfinición de la wikipedia).
Si queréis saber un poco más, http://es.wikipedia.org/wiki/Cupcake





Éstas son las mías, perfectas para una merienda infantil. Nada del otro mundo, lo sé, pero me sirve de excusa para poneros la receta de la ganache de chocolate, con la que están decoradas. Es muy fácil de hacer: necesitamos la misma cantidad de nata líquida ( mínimo 35% materia grasa) y de chocolate, en mi caso de cobertura negro, pero podemos usar el que más nos guste, aunque en el caso del chocolate blanco hay que doblar la cantidad de chocolate, si no queda un sabor demasiado suave.
Llevamos la nata al fuego y, cuando está a punto de hervir, la vertemos sobre el chocolate (que previamente habremos partido en trozos), y removemos hasta que tengamos una crema espesa y brillante.

Podemos usarla para rellenar tartas, como cobertura de un bizcocho, como acompañante de un helado, ... Es muy versátil.

También podemos, igual que la de la foto, montarla cuando ya esté bien fría (no la metas mucho rato en la nevera, que como lleva mucho chocolate se endurece y luego no hay quién la trabaje).




Manga pastelera, confetti de azucar y ¡a chuparse los dedos!

martes, 11 de mayo de 2010

Otra de Pocoyó.




Seguro que pensáis que me repito, pero es que esta vez me he dedicado a fotografiar a Pato y a Pocoyó mientras los iba haciendo, y tengo ganas de compartirlo con vosotr@s, así que... No me tengáis en cuenta la falta de variedad. Tengo más cosas en el tintero, y las iré publicando más adelante.




La tarta era enorme, y no os hacéis una idea de lo que pesaba. Me la encargó la tía de Blanca, porque vio fotos de la otra tarta de Pocoyó y pensó que a su sobrina, que cumplía dos años , le encantaría, así que dicho y hecho.
El diseño es cosa mía. Se me ocurrió hacer algo alegre, relacionado con una fiesta de cumple, y salieron globos, paquetes de regalo y serpentinas, y, por supuesto, los dos personajes preferidos de Blanca, que no quisieron perderse la fiesta.
Dos pisos superpuestos de bizcocho de chocolate mojado con almíbar de cacao y relleno de Buttercream de chocolate... (Sí, la querían de chocolate... :)
La cubierta fondant sabor cacao, y los muñequitos de Fondant para modelar, receta de Maisie Parrish. Nos la colgó Lara de Tartacadabra en el curso que impartió en Cocinando con el alma. Si os interesa la receta, podéis encontrarla aquí.

Si os parece, empezamos con Pocoyó: necesitamos fondant de dos colores, azul turquesa y color carne. Consigo este último partiendo de blanco y añadiéndole el color "Cooper" de Wilton.



El cuerpo tiene forma de campana, y los brazos y piernas de salchicha (los brazos un poco más cortitos, aunque se puede retocar más adelante). También veis los pies, una bolita aplastada.



Unimos brazos, pies y piernas al cuerpo con un poco de "pegamento" (agua con goma tragacanto) y un espaguetti. Podemos ponerlo en la postura que queramos, en mi caso, saludando.
Hacemos una bola color carne, aplastándola un poco para que quede ovalada, y cuidando la proporción con respecto al cuerpo.



Para el sombrero partimos de una bola, que iremos ahuecando procurando que la parte de atrás quede más larga que la de delante. Tenemos que prestar más atención a la medida, para que podamos colocarlo sobre la cabeza, que al largo, ya que siempre estamos a tiempo de recortarlo un poquito para adaptarlo mejor. Marcamos la costura /dobladillo de la parte de la frente y le colocamos la capucha que, como veis en la foto, no es más que una bola aplastada y partida por la mitad, a la que también marcamos la doblez.
No debemos olvidar las orejeras y la borlita del sombrero.



Hacemos las manos. Dos bolitas y tres tijeretazos (sólo tiene cuatro dedos). Retocamos la forma de los dedos pellizcando y golpeando suavemente.
Para colocarlas tuve que recortar un poco los brazos, colocar un espaguetti, "pegamento" y a su sitio.
¡No os olvidéis de la nariz!



Por ultimo le pintamos la cara. Aquí, sonriente. Mezclamos el colorante con un poquito de alcohol y ¡vigilamos el pulso! De todos modos, si no sale bien a la primera, pasándole por encima un pincel mojado en agua lo podemos volver a intentar.
¡Ah! Ponedle la cremallera.



Para Pato necesitamos fondant amarillo, que dividiremos en tres.
El cuerpo es redondo, la bolita más grande.
El cuello es una salchicha gordita a a la que insertamos un espaguetti (en mi caso, al final tuvo que ser un palillo).
La cabeza es ovalada en un extremo y plana en el otro, y de ahí sacaremos también las alas, bolitas aplastadas con un par de cortes de tijera simulando las "manos".


Con el colorante "Cooper" que habíamos utilizado para la cara, pero en más cantidad, conseguimos el naranja de las patas y el pico.



Dos salchichas para las patitas y forma de pera aplastada para los pies y el pico.



Lo ensamblamos igual que hemos hecho con Pocoyó, cuidando la posición de las patas para que mantenga el equilibrio.
También ladeamos el pico, muy característico de Pato.



Formamos su sombrero igual que el otro, partiendo de una bola verde, y lo rematamos con un rollito del mismo color. Sólo nos falta colocarle los ojos, que son cuatro bolitas, dos blancas ovaladas, y dos negras más chiquititas, y fijaos que ¡tiene un ojo mirando para cada lado!



Y ¡listo! Sólo falta que se unan a la fiesta...



Como podéis ver, mi Pato tuvo un "accidente" durante el traslado y se le rompió una patita.

Espero que os guste. Y, si es así, dejadme un comentario. Hasta pronto.


domingo, 9 de mayo de 2010

¡¿Estáis listos, chicos?! Sí, capitán...


Cualquiera que tenga hijos en edad escolar sabe, sólo con leer el título de ésta entrada, de qué va esta tarta. Eso es, Bob Esponja, el personaje de dibujos animados con más éxito de la programación infantil actual... Entre los niños, porque, entre los mayores, es otro cantar.
Lo digo fuerte y alto ¡No me gusta Bob Esponja! ¡Nada! Su risita impertinente y su simplonería inocente pueden conmigo... Pero tengo que reconocer que como tema para una tarta es ideal, con sus colores vivos, sus sonrisa traviesa y sus pestañas. Vale... ¡Me moría de ganas de hacer un Bob Esponja!
Así que el cumple de Tomás, fue la excusa perfecta. Su madre, Juani, quiso darle una sorpresa, y quedó así:






Me gustan mucho las tartas planas, lucen mucho y permiten todo tipo de rellenos, ya que al llevar el peso repartido por igual en toda la superficie de la tarta no te llevas sorpresas.



Es de esas tartas que no defraudan, sencilla, viva, y tengo que reconocer que ahora... ¡Ya no me molesta tanto que esté en la tele a todas horas!


lunes, 3 de mayo de 2010

Una de...Piratas.


No os podéis imaginar lo que disfruté con esta tarta.




Venía de un parón considerable propiciado por los calores y las temperaturas del verano, y eso, sumado a que para un hobby como este de las tartas necesitas tener "la excusa"( si te pasas haciendo, regalando y "obligando" a comer dulce a amigos y vecinos, con la fiebre que hay hoy en día por cuidar la línea)... Pues eso, que o te moderas o te quedas sin amigos :)
Así que el cumple de Ignacio, amiguito y compañero de mi hijo desde los tres añitos, me vino de maravilla para estrenar un marcador precioso de madera al que le había echado el ojo en el curso que hice con Megasilvita (una maravilla, ya os contaré otro día) y que no paré hasta conseguir.



Un barco pirata para celebrar su sexto cumpleaños, con los muñequitos de Playmobil para que los tuviera de recuerdo.
¿Qué os parece?

 
template by suckmylolly.com