Toñi, su madre, me dio carta blanca en cuanto a la temática, así que le pregunté a mi hijo y me dijo, sin dudar, que una nave espacial. Ni corta ni perezosa me puse manos a la obra, y esto fue lo que salió.
Como os comenté en otro post, hace poco más de un año que estoy metida en este maravilloso mundillo de la decoración de tartas, y ahora es cuando empiezo a tener soltura, trabajo un poco más rápido y la sensación que me queda cuando termino es cada vez más satisfactoria. Con esto no quiero decir que me conforme, o que no vea todos y cada uno de los fallos que cometo (sin autocrítica es imposible mejorar), es sólo que me siento cómoda haciendo lo que hago, aunque tenga que renunciar a salir el viernes con los amigos y pasarme el fin de semana paseando mis ojeras porque para terminar a tiempo haya tenido que robarle horas al sueño. Y lo mejor de todo es que no me importa... Porque disfruto y porque me llena.
Aquí una foto de los detalles. En esta ocasión, las letras, las estrellas y la nave son de pastillaje, y no teñí la masa, sino que la pinté. El pastillaje es una masa que al secarse queda muy dura y pesa muy poco, por lo que va muy bien para hacer construcciones y decoraciones elevadas, como en este caso la nave. Cuando Miguel Ángel sopló las velas fue como si alguien hubiera dado la señal de salida y todos los niños se abalanzaron sobre la tarta para conseguir una letra o una estrellita... Es un momento mágico, de verdad.
Espero que os guste tanto como a mí me gustó hacerla... Y verla desaparecer.
1 comentarios:
Si mi hijo ve esta tarta le da algo!! es un fanático de las naves y los cohetes.....
Me gustaría hacerle una, pero si te digo la verdad..el pastillaje no me sale.
Podrías ayudarme a decirme como haces el pastillaje? Te lo agradecería mucho.
Besos.
Susana S. Duart.
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